Cuando, allá por los últimos setenta, y mientras ojeaba un libro en el cole, descubrí, fascinado, la silueta de "La Sagrada Família", comenzó a germinar en mí la semilla de Gaudí, que me ha llevado a ir descubriendo la fascinante obra mutidisciplinar de éste genio único en su especie.
Voy a intentar recoger en éste blog, desde mis vivencias con sus obras hasta todo aquello que ,creo, pueda tener alguna relación con su universo mágico.
Espero que lo disfruteis conmigo!
Esta otra perla made in Jujol, nos cuenta cómo se inició en 1926 para, por escasez de medios económicos, quedar su construcción interrumpida y en ruinas que fueron cayendo con el paso de los años hasta que, en la decada de los 90 se reemprendió su construcción, quedando finalizada en 1999.
Por el hecho de estar dedicada a la Vírgen de Montserrat, (cueva de aparición con "Moreneta" incluida en sendero próximo), en su parte superior asoman montículos que recuerdan claramente la célebre montaña del mismo nombre. Situado en lo alto de una montaña, su silueta, que invoca parcialmente a la Sagrada Família, domina todo el apacible contorno.
Su interior, se presenta bañado en mil colores por las amplias vidrieras que bañan sus paredes. Su cercanía al monasterio Cisterniense de Santes Creus invita a incluir ambos enclaves en la misma ruta.
Un historiador catalán afirma poseer un documental ficcionado en el que el actor interpreta al genial arquitecto - El filme, de 1974, nunca se estrenó .
A José Luis López Vázquez le atropelló un tranvía en 1974. Fue en la ficción, mientras el inolvidable actor, recién fallecido, interpretaba a Antoni Gaudí en una película en tono de documental ficcionado sobre los últimos días en la vida del genial arquitecto. Lo curioso, sin embargo, es que este filme, titulado Antoni Gaudí, una visión inacabada, nunca vio la luz. Al menos hasta que a raíz de la muerte del intérprete el lunes, aquel trozo de cine perdido parece haber reaparecido.
La noticia saltó el jueves en la cadena SER cuando el historiador Carles Querol explicó que posee una copia en 16 milímetros de un filme hasta ahora prácticamente inédito. Tiene la bobina pero, advirtió, los derechos no son suyos. Pertenecen a un banco que se quedó el material en 1974 cuando embargó a la productora del filme al no poder hacer frente al crédito solicitado -un millón de pesetas- para el rodaje.
"Estos días, leyendo la filmografía de López Vázquez a raíz de su muerte, me sorprendió que en ninguna parte hubiera referencias a este filme", comentó Querol. Tiene su lógica. Aunque en su día se habló en la prensa del rodaje, la película no llegó a estrenarse comercialmente ni en salas ni tampoco en televisión. Muy pocos recordaban su existencia. Uno de ellos era Joan Bassegoda, experto en Gaudí y autor del guión del filme que dirigió el estadounidense John Alaimo. Un "loco" de la obra del arquitecto modernista que decidió plasmar su pasión en este documental ficcionado de una hora producido por Pedro de Juan.
El guión, explica Querol, que ha visto varias veces la película, es sencillo. Un joven arquitecto madrileño, interpretado por el también desaparecido actor José María Lana, viaja a Barcelona para conocer a Antoni Gaudí, papel que encarnó José Luis López Vázquez casi por azar. Inicialmente la productora se lo había ofrecido a Fernando Rey, quien lo rechazó por su compromiso con otro rodaje.
El Gaudí-López Vázquez guía en la película al arquitecto llegado de Madrid por las obras del Gaudí real. Y durante el recorrido por la Sagrada Familia o La Pedrera va explicando sus ideas sobre arquitectura y filosofía. "Todo lo que decía López Vázquez está tomado de los apuntes de un alumno de Gaudí, Juan Bergós, que le acompañaba en muchos de sus paseos y después, a escondidas del maestro, las iba recopilando", explicó Bassegoda, que se basó para realizar el guión en los testimonios de Bergós y de otros arquitectos que conocieron Gaudí.
"No hay trama ni historia más allá del paseo documental", explica Querol. El único momento ficcionado es el del atropello mortal de Antoni Gaudí por un tranvía en la Gran Vía de Barcelona.
La película, según explica Bassegoda, se rodó en dos semanas en la Ciudad Condal y no está del todo claro si se pretendía que fuera directamente un telefilme o se preveía también su estreno en salas. Ni una cosa ni la otra. La productora no pudo devolver el crédito y el filme acabó embargado por el banco.
Ahí es donde aparece Carles Querol, que un año antes había entrado a trabajar en esta entidad financiera para cuidar y sacar provecho, precisamente, de este tipo de materiales. "Los negativos se mandaron a una empresa especializada que todavía debe de tenerlos guardados en buen estado y en la entidad guardábamos dos copias en 16 milímetros del filme".
"Durante un tiempo, la entidad intentó venderla para recuperar el dinero invertido. Eso me permitió visionarla varias veces", añade. "Se intentó colocar el filme a una televisión catalana o a la Seminci, el festival de cine de Valladolid y venderlo en otros foros, pero no hubo éxito. En 2000 me prejubilé y me olvidé del tema. Además, la entidad había sido absorbida por otro banco y éste sufrió otra absorción. Los archivos sufrieron varios traslados en los que se fueron deshaciendo de las cosas que en principio ya no tenían utilidad". El "reencuentro" se produjo de manera accidental hace cosa de seis meses. Conocedores del amor por los archivos de Querol -que ya fue noticia por recuperar unas fotos de Robert Capa hechas durante la retirada republicana a su paso por la comarca catalana del Penedés- unos antiguos colegas le pidieron ayuda para organizar una celebración. "Querían saber si guardaba los anuncios televisivos de la entidad, la primera, para hacer copias para los antiguos colegas ya que en el actual banco no encontraban nada. No lo hallé, claro, pero empecé a investigar y supe que en uno de los trasladados había quedado una caja con bobinas que estaban para tirar y que alguien había guardado. Localicé a la persona y efectivamente tenía aquellos anuncios y también una caja con la película sobre Gaudí".
Querol afirma que la copia que él recuperó está en mal estado porque no se ha conservado en condiciones. "Ha perdido color y todo tiene un tono rojizo", indica, al tiempo que reitera que él tiene la bobina pero "los derechos siguen siendo de la entidad que hizo el embargo". Tal vez, añade, aún se guarda la segunda copia en mejor estado. También que, si se buscan, es posible que se hallen los documentos que acrediten que la entidad es la propietaria del negativo de Antoni Gaudí, una visión inacabada.
"Mi interés en todo esto es puramente histórico", afirma Querol. Está dispuesto a facilitiar los datos necesarios tanto a la entidad financiera como a la Filmoteca Nacional o a la Catalana en el caso de que estén interesados en negociar la recuperación del filme y su restauración. Si así fuera, el filme podría estrenarse con un ligero retraso de 35 años. "No quiero hacer mimetismo" Cuando José Luiz López Vázquez se puso en la piel de Gaudí, la obra del arquitecto era conocida, pero su fama estaba a años luz de la histeria turística que provoca hoy en día. El actor, sin embargo, sí que era muy sensible respecto al tema y en una entrevista concedida a Radio Nacional de España en febrero de 1974 con motivo del rodaje aseguraba que aceptó el papel porque le "interesaba la obra y el personaje". "Siempre me ha gustado y subyugando esta obra inconmensurable", explicaba, pero añadía que aunque tanto el director como el guionista le habían facilitado mucha documentación, su intención se limitaba a "dar un poco de veracidad a este gran personaje".
"No quiero hacer mimetismo sobre Gaudí porque me parece imposible, pedante y enfático. Voy a dar un aspecto físico aproximado, voy a meterme dentro de un traje, una apariencia humana, pero no de una forma absoluta, porque no soy Gaudí", aseguraba.
Según Joan Bassegoda, que durante años estuvo junto al director, John Alaimo, intentando localizar la película, la calidad artística de López Vázquez era uno de los aciertos de Antoni Gaudí, una visión inacabada, ya que se puso en su papel de manera sobria. El jueves recordaba lo agradable del rodaje y la sencillez del actor. El tema era la arquitectura y, dados los escasos datos biográficos que se conocen sobre el arquitecto, muy parco a la hora de hablar o contar sentimientos, y cuya vida se limitó al trabajo y la religión, el filme pilotaba básicamente en la exhuberancia de los edificios.
Por eso, además de por el interés de ver a López Vázquez como Gaudí, papel que debía bordar, la película tendría el interés añadido de ver cómo estaban en cuanto a conservación las obras de Gaudí en los años setenta. Fragmento de la pelicula:
En 1985, este extraordinario grupo de exquisito pop bailable alemán llamado Propaganda, decoró la contraportada del Maxi-single del tema P-Machinery, en la edición para según que paises, con varias fotos Gaudinianas, todas ellas realizadas en el Park Güell.
El artista, (en este momento concreto de la historia , 1994) llamado Prince, tuvo a bien utilizar una sesión de fotos frente a la Sagrada Família para confeccionar la portada de su Cd "Come".
Los barcelononenses Pyramid, tuvieron la osadía de dedicar un album completo de Hard Rock Progresivo a la memoria del genio en el 2002.
The Alan Parsons Project fueron los pioneros en esto de consagrar album al universo Gaudiniano, pues lo hicieron en 1987.
Kentucky Freeway, parece ser que fueron una banda inglesa que, en 1972, utilizaron al dragón del Park Güell para escupir los títulos de este single.
Los estadounidenses perdieron el tren por segunda vez cuando, tras la caída de las torres gemelas, la cátedra Gaudí les propuso construir en la zona cero, el hotel que Gaudí había proyectado para New york en... ¡1908!, y deshecharon el proyecto.
No sucede así en la realidad paralela que imaginaron en la serie Fringe, o en el mundo virtual del juego de los Sims o Second Life.
La Real Casa de la Moneda (Fabrica Real de Moneda y Timbre), aprovechó en 2002 el 150 aniversario del nacimiento de Gaudí para editar esta serie de monedas que combinan la efigie del maestro con imágenes de sus obras más representativas, como La Sagrada Familia, El Park Guell, El Capricho, o las casas Milà o Batlló.
Abro este blog Gaudiniano, recordando la visita a la última obra del Maestro en Cataluña, que me quedaba por admirar, y es que el camino hacia la misma es largo y tortuoso, pero doy fé de que merece la pena.
Aunque guarda semejanzas con el Park Guell, la principal diferencia entre ambos, es el agua del Llobregat, que es la arteria principal de estos idílicos jardines, plenamente integrados en el entorno.
Al finalizar la visita a los jardines, intentamos acercarnos a ver la última obra atribuida a Gaudí, que es el Xalet del Catllaràs, pero lo abrupto de la zona, y lo tarde que era, unido, sobre todo, a que el desconocimiento de la paternidad de la obra ha conllevado que, una reforma tras otra, el xalet perdiera todas aquellas señas de identidad gaudinianas, hizo que desestimaramos su visita.